Si alguna vez ha tenido el privilegio de comer en 103 Bambino’s Pizzeria, se habrá dado cuenta, con la primera mordida de una de sus deliciosas pizzas, que este famoso plato italiano, común en todos los rincones de Estados Unidos, no es como el resto en este restaurante ubicado en plena Main Street de Westhampton.
Para empezar, la salsa de tomate es real y no viene de un tarro. El queso, increíblemente, es hecho en la misma pizzería y el aceite de oliva y demás ingredientes, son importados o de granjas locales. La técnica de cocción es también fuera de lo común. Amasada a la perfección al estilo artesanal Napolitano—la masa se fermenta más tiempo y luego se pasa por unos rodillos especiales para que quede más crujiente— la pizza luego es hecha a la orden en un precioso horno de leña, también importado desde Italia, por tan solo 90 segundos a temperaturas que superan los 500 grados Fahrenheit. Y aunque todo esto ya sea suficiente para la elaboración de una pizza exquisita, el verdadero secreto, el toque mágico que eleva las pizzas de 103 Bambino’s, es su chef, Luis Xiquin.
Nacido en Guatemala, Xiquin, quien emigró a Estados Unidos con tan solo 12 años, aporta ese ingrediente especial y difícil de conseguir a todas las comidas que elabora en su restaurante: el amor por lo que hace. Su carrera culinaria empezó hace ya un par de décadas, trabajando en cocinas de Miami y luego de conocidos restaurantes locales como Blue Sky Mediterranean Lounge en Sag Harbor y Starr Boggs en Westhampton. Los últimos 10 años, sin embargo, los ha pasado trabajando perfeccionando su técnica haciendo pizzas artesanales y elaborando comida italiana para el día cuando pudiera abrir su propio negocio. Por el camino, se casó con su bella esposa, Vicky, su compañera ideal tanto en la vida personal como profesional, con quien comparte tres hijos.
El día esperado para la pareja, cuando pudieron cumplir su sueño Americano, llegó en 2019.
El dueño de Brunetti, la pizzería de Westhampton al lado de la heladería Häagen-Dazs donde Luis trabajaba como chef principal, o “pizzaiolo”, se retiraba, lo que presentó la oportunidad perfecta para que los Xiquin-Velasquez hicieran suyo el negocio. Le cambiaron el nombre, aludiendo a su ubicación en la Main Street y también a los tres hijos de la pareja (‘Bambino’ significa Niño en italiano), renovaron el lugar y el menú. Además de pizzas, añadieron otras especialidades como albóndigas de cerdo y carne, pimientos al carbón Shishito, queso Burrata—hecho en la pizzeria— estilo Capri con olivas y tomates cherry, lasagna y de postre, la popular “pizza” Nutella con queso mascarpone, avellanas molidas, Nutella y azúcar en polvo o tiramisú, un esponjoso postre de café y chocolate.
“Tratamos de mejorar el lugar, aprender de los errores,” dijo Luis en una entrevista. “Creo que eso nos ha ayudado.”
Todo estuvo listo para principios de 2020, y con bombo y platillo, inauguraron su nuevo restaurante el 1 de marzo de 2020. Quien se iba imaginar, que tan solo dos semanas después, el mundo cerraría debido a una pandemia implacable que no entiende de sueños, ni de nada. Forzados a cerrar sus puertas, Luis y Vicky se vieron con una cantidad enorme de productos frescos en sus neveras, y sin ningún cliente a quien venderles.
“Fue bien duro, un estrés fuerte, ya que los ”billes“ no paran,” dijo Luis.
Sin pensarlo dos veces, y como modo de agradecimiento a los trabajadores de la salud que tanto han hecho por la comunidad durante esta pandemia y también por la familia Xiquin-Velasquez, decidieron hornear cuantas más pizzas pudieran y donarlas al hospital más cercano, el Centro Médico Peconic Bay en Riverhead.
Sus puertas reabrieron de nuevo a finales de abril para vender comida a domicilio, y desde entonces, dice Luis, la comunidad no les ha dejado desfallecer.
“Aunque no hemos podido tener mesas, ni sillas, y todo es para llevar, la comunidad local ha respondido, esperamos que pronto sea aún mejor,” dijo Luis.
Su agradecimiento con los trabajadores sanitarios continúa
Ahora una vez más, para mostrar su agradecimiento, han decidido honrar a los trabajadores de hospitales y centros sanitarios, desde los médicos hasta los que limpian las instalaciones, instaurando un precio especial en sus pizzas. Si compran una pizza en 103 Bambino’s Pizzeria, estos trabajadores pagarán solo $12 por cualquier estilo de pizza. Las hay con almejas, prosciutto, cuatro quesos, bacon, clásica de tomate y mozzarella, y más.
“Para nosotros es muy importante mostrar nuestro agradecimiento con todos los trabajadores sanitarios,” dijo Luis. “Lo que hacen es tan importante, no solo en tiempo de pandemia, ellos salvan vidas.”
La pizzería está abierta de martes a domingo de 12 del mediodía a 9 de la noche. Está ubicada en el 103 Main Street de Westhampton Beach, NY. Para ver el menú completo y otra información, visite su página web aquí.