El festivo de Acción de Gracias es quizás uno de mis preferidos. Como muchos inmigrantes en Estados Unidos, es una tradición que llegó a mi vida ya siendo mayor, ya que en mi país no se celebra. Debo confesar, por eso, que siempre me produjo curiosidad. Esos pavos humeantes que salen en las películas de Hollywood, las tartas de manzana y otros muchos manjares, la familia sonriente, cenando junta, alrededor de una mesa adornada para la ocasión. Desde luego, desde mi rincón del mundo, esa escena idílica parecía casi inventada, pero no entendía bien qué era lo que celebraban. ¿El pavo? A quién dan gracias? Es algo religioso?
Lo que aprendí, ya estando en Estados Unidos, es que no es la comida lo que hace esta fecha especial, aunque por supuesto, siempre una buena cena hace todo mas ameno. Al final, es la gente con la que te rodeas, es el esfuerzo de compartir, es el espíritu de juntarse con la única intención de dar gracias. Gracias por la vida, por la familia, por los amigos, por la salud, por el bienestar, por el trabajo, por lo pasado y por poder tener la posibilidad de seguir estando en este mundo.
Ese acto, dar gracias, es tan sencillo y puro en su esencia, que es fácil no valorarlo lo suficiente y mas bien darlo por sentado.
En la gratitud está la paz, la aceptación de que hemos llegado hasta este momento, a pesar de los pesares y con las alegrías vividas en el corazón. En la gratitud está la valoración de las personas que conforman nuestra vida y las experiencias que nos han tocado, así como también el aprendizaje, muchas veces después de momentos muy duros, que nos han hecho llegar hasta este día y nos han hecho quienes somos.
Este año, el Día de Acción de Gracias llega a nuestra área después de un par de semanas increíblemente tristes. Cinco personas de una misma familia—una madre guatemalteca, sus dos hijos y sus dos sobrinos—fallecieron en un feroz incendio en Riverhead que consumió en poquísimo tiempo una casa multi-familiar por completo, dejando a toda una comunidad atónita, y a familias aquí y en Guatemala, sumidas en el dolor. Tres días después, una joven salvadoreña de tan solo 20 años murió apuñalada por su pareja.
Estas tragedias han marcado a la comunidad Latina del East End de Long Island profundamente. Al publicar los artículos de estos terribles sucesos, cientos de personas expresaron sus condolencias, compartieron las noticias y en cuestión de horas, se formó un movimiento sin igual para ayudar a los familiares de las víctimas. Personas de todos los credos, de todas las nacionalidades, de todas las afiliaciones políticas, se unieron para tender la mano, para auxiliar a estas familias que están viviendo tan públicamente este horror que supone la pérdida de sus seres queridos.
Iglesias de todas las denominaciones del East End se unieron para recaudar fondos, ligas de fútbol de Riverhead y Calverton organizaron torneos benéficos, rifas y venta de comida. El Apostolado Hispano del North Fork, donde la Hermana Margarita Smyth preside, se encargó de ayudar a la familia con los trámites funerarios y aceptar donaciones. El consulado de Guatemala en Riverhead agilizó documentos necesarios y se puso en contacto con los afectados y decenas, sino cientos de personas, donaron a las páginas de recaudación de fondos GoFundMe, que hasta la fecha, han reunido más de $70,000 dólares. Todo eso sin contar los múltiples eventos donde la comunidad se juntó, simplemente para estar con otros y compartir el luto.
Es difícil encontrar la gratitud después de tragedias como estas. Sin embargo, es necesario hacerlo ya que es una manera de honrar las memorias de los que ya no están con nosotros, es un acto, que hecho desde el corazón, tiene el poder de sanar, de unir y de sembrar un mañana mejor.
Este año demos gracias por la solidaridad de la gente, por los conocidos y desconocidos que han abierto sus corazones, que han empatizado con el dolor inmensurable de familias latinas que hasta hace menos de dos semanas llevaban vidas tranquilas, con ilusiones, sin molestar a nadie y que hoy están en el ojo de un huracán increíblemente injusto y desgarrador.
Este año demos gracias por estar vivos, por poder abrazar a nuestros queridos, por poder ayudar al prójimo, porque en el dolor nos damos cuenta que en realidad lo más importante, la única prioridad, es el amor de los nuestros y la relación que construimos con ellos.
De parte de todo el equipo de Tu Prensa Local, gracias querida audiencia. Feliz Día de Acción de Gracias, que sus mesas estén llenas, sus corazones contentos y sus almas en paz.