Después de dos años de trabajos, la Nación Shinnecock encendió este jueves su segunda cartelera electrónica en la vía que lleva al norte de la autopista Sunrise Highway, a la altura de Hampton Bays. Las estructuras—que marcan la entrada y salida del territorio Shinnecock— han sido el centro de dos batallas legales por parte del Departamento de Transporte del estado de Nueva York (DOT por sus siglas en inglés).
Según representantes de los Shinnecock, los anuncios publicitarios y mensajes digitales que se muestren en estas instalaciones servirán para generar ingresos para la comunidad Nativo Americana local.
“Es emocionante, es uno de los logros más grandes que hemos hecho y es para el beneficio público de la comunidad,” dijo Matt Ballard, miembro de la Nación Shinnecock.
Los primeros anuncios digitales en aparecer en la instalación en un brillante rojo, azul y verde fueron mensajes positivos: “Bienvenido al East End de Long Island,” “Únase a la Nación Shinnecock” y “Amar, Protejer y Compartir La Tierra.” Estos mensajes, según Newsday, son financiados por uno de los co-fundadores del famoso group de rock Pink Floyd, Roger Waters, quien dijo que respalda completamente a la Nación Shinnecock en la instalación de estas estructuras.
El acontecimiento, que fue programado para las 3 de la tarde, tuvo que ser retrasado debido a algunos problemas técnicos, y finalmente la estructura fue encendida una hora más tarde.
“Siempre hay este tipo de problemas con carteles como estos,” dijo Greg Clark, gerente de las operaciones digitales de Media Resources en los Estados Unidos. “Es normal, estaremos funcionando en poco tiempo.”
Según el periódico local 27East, existen planes para una inauguración formal para marcar la ocasión, pero no ha podido realizarse ya que dos miembros de la comunidad Nativo Americana local, Wayne Crippen y Eddie Gumbs, murieron la semana pasada.
Una pugna entre el estado y la Nación Shinnecock que aún no termina
Cuando la comunidad Nativo Americana local, que pertenece a la Nación Shinnecock, inició la instalación del segundo monumento a su herencia cultural, el pasado 28 de enero, recibió cartas del Departamento del Transporte en las que se les exigía detenerse y remover ambas estructuras, en un período de 30 días. De no hacerlo, el estado amenazó con una multa de $1,000 dólares diarios por cada cartel.
El Departamento de Transporte no estuvo disponible para comentar al respecto, pero en declaraciones previas entregadas a Newsday, su director de comunicación, Joseph Morrissey, aceptó que el estado envió las notificaciones y aseguró además que tomarán las medidas legales necesarias para asegurar la seguridad del público. Uno de los argumentos es que los carteles podrían caer en caso de huracán o inundación lo que impediría la evacuación de los habitantes que viven al este.
“Eso es simplemente falso, el fabricante con el que trabajamos está en Florida y estos monumentos son diseñados y certificados para resistir un huracán de categoría 5 que es el tipo más fuerte,” aseguró Tela Troge, miembro de la nación Shinnecock.
En mayo del año pasado la corte suprema del estado negó su pedido de un mandato judicial preliminar para remover el cartel ubicado al sur de la autopista.
“Le tomó un año al juez de Nueva York para revisar el caso, pero cuando vio la realidad de que somos una nación soberana y podemos hacer uso de nuestro territorio a nuestra discreción, ellos se dieron cuenta que el estado estaba equivocado”, dijo Troge.
La nueva instalación, al igual que la primera estructura que se encuentra en el lado opuesto de la autopista, será usada para anuncios publicitarios, servicio público como alertas sobre el COVID-19 y otros mensajes celebrando el mes de la herencia afroamericana.
La Nación Shinnecock ha dicho que no está pasando por un buen momento económico y que la pandemia ha empeorado esta situación. La celebración del 75º Powwow en Southampton, en el que se le rinde homenaje a su herencia cultural con bailes tradicionales, conciertos, comida y que reune a las tribus nativo americanas de todo el continente, tuvo que ser cancelada. Se espera que el dinero generado por los carteles pueda compensar las pérdidas económicas.
“Tenemos ancianos viviendo en carpas antes de todo esto y luego llegó el COVID y empeoró todo,” Ballard dijo.