El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó congelar por dos meses más, los desalojos, para aquellos inquilinos que no hayan podido pagar la renta, debido a la crisis económica desatada por el Coronavirus. En el estado estaba vigente una orden ejecutiva que prohibía desalojar a cualquier arrendatario hasta el 20 de junio, pero con la nueva disposición la medida se prolonga hasta el 20 de agosto.
“Nadie puede ser desalojado por falta de pago hasta agosto 20 y cuando llegue ese momento decidiremos qué hacer. Nadie puede adivinar el futuro, así que cuando lleguemos ahí analizaremos”, señaló el mandatario
La nueva medida también contempla bloquear cualquier cargo adicional, por el retraso en los pagos, durante los meses que estarán prohibidos los desalojos y le autoriza a los inquilinos usar el deposito de seguridad (security deposit) como forma pago y reponerlo cuando la situación mejore. Las medidas cobijan tanto a propiedades residenciales como comerciales.
Por otro lado el gobernador dijo, en su conferencia de prensa matutina, que el estado ha trabajado fuertemente, articulando las granjas de la parte alta de la región, con los bancos de comida de la parte baja. Hasta hace unos días las granjas de “Upstate” se estaban viendo forzadas a botar la comida porque no tenían a quien venderle sus producciones. En contraste, en “Downstate” muchas comunidades están pasando hambre, debido a la situación económica desatada por la pandemia. Una inversión de 25 millones de dólares ha permitido comprar productos en las granjas de Uspate y repartirlos en los bancos de alimentos de todo el estado. El proceso ha integrado a 2,100 granjas y 50 despensas de alimentos.
“Necesitamos continuar haciéndolo, el presupuesto del estado es bastante apretado, por eso hacemos un llamado a las organizaciones filantrópicas que se quieran vincular, éste es un buen momento para hacerlo”. dijo Cuomo.
El mandatario recalcó que es inminente que algunas economías de la región se reabran a partir del 15 de mayo, pero que eso sólo se decidirá con base en los datos y los hechos de cada zona. Dijo además que entiende la ansiedad de la gente porque se reabra la economía, pero que en ningún caso ese proceso puede poner en peligro la salud pública.