Las fuertes lluvias del martes pasado provocaron un deslave en Reeves Beach que dañó la estructura que rodea la glorieta en la popular playa de la ciudad. La playa está cerrada hasta nuevo aviso mientras la ciudad de Riverhead realiza reparaciones.
El ingeniero de la ciudad de Riverhead, Drew Dillingham, dijo en una entrevista la semana pasada que el departamento de ingeniería está trabajando para reparar el daño. La reparación implicará apuntalar el acantilado con grandes rocas y cantos rodados para evitar daños por otro derrumbe en el futuro.
La lluvia durante la tormenta de la semana pasada abrumó el sistema de drenaje a lo largo de Park Road, un extenso sistema de cuencas de lixiviación y rejillas de entrada de aguas pluviales instaladas originalmente en la década de 1990 para evitar los deslaves y la erosión en la playa, al final de la carretera, que ocurrían durante cada tormenta importante, dijo el ingeniero municipal asistente, Ken Testa. Cuando el sistema se vio abrumado la semana pasada, un gran volumen de agua que se movía rápidamente corrió por Park Road hasta el estacionamiento de la playa, dijo. El agua fluyó sobre el alto bordillo de concreto allí y bajó por el frente del acantilado, causando una gran erosión del acantilado hacia el mar del mirador y resultando en el colapso de un área debajo y adyacente a la estructura.
La glorieta en sí es estructuralmente sólida porque está construida sobre pilotes de 40 pies, dijo Testa. “Parece aterrador porque probablemente ocho o diez pies de pilotes están expuestos”, dijo, “pero todavía hay una buena parte de ellos en el suelo”.
El mirador de Reeve’s Beach, un lugar de reunión popular para ver la puesta del sol en Long Island Sound, está sostenido por pilotes de 40 pies y permanece estable, a pesar de la erosión de los acantilados en la tormenta del 9 de enero, dijo el ingeniero municipal asistente, Ken Testa. Foto: Tom Shaffery
Probablemente se necesitarán uno o dos meses para completar el trabajo, dijo Dillingham. La ciudad contratará a un contratista externo para colocar las rocas en su lugar, dijo, porque se requiere equipo especial. Está estimando un costo “alto” de alrededor de 175.000 dólares. La división de edificios y terrenos de la ciudad reconstruirá el área del patio con los adoquines que fueron arrastrados la semana pasada, dijo. Hacer ese trabajo internamente le ahorrará a la ciudad alrededor de $50,000.
El acantilado inferior, la rampa y el acantilado en el lado este del estacionamiento están reforzados con estructuras llamadas esteras de gaviones: cestas de alambre tejidas rellenas de piedra que controlan eficazmente la erosión, dijo Testa.
“Cuando construimos todo ese parque, todas las rampas y partes del estacionamiento y todos los niveles que suben desde la playa hacia el estacionamiento se construyeron con esteras de gaviones”, dijo Testa. “Puedes verlos a lo largo del acantilado en el lado este del estacionamiento. Son grandiosos. Una vez que los golpeas, la erosión se detiene. Así que no creo que la situación vaya a empeorar más que ahora”.
Testa dijo ayer que la segunda tormenta de la semana pasada, desde el viernes por la noche hasta el sábado por la mañana, no causó ninguna erosión adicional.
Reeves Beach fue la única playa que sufrió daños durante la tormenta, dijeron los ingenieros.
