Más de un centenar de personas se congregaron frente al 46 East Second Street en Riverhead el sábado por la noche para unirse en una vigilia en memoria de las cinco personas que fallecieron en un incendio esta semana.
Zonia Dinora Rivera Mendoza de 41 años, su hijo Carlos Cifredo Peñate Rivera de 24 años, su hija Andrea Isamar Gonzalez Rivera de 16 años, su sobrino Douglas Edgardo Rivera Aguirre de 24 años, y su hermanastro, Carlos Alberto Ramos Aguirre de 22 años, perecieron trágicamente después de que la casa multifamiliar donde vivían se viera envuelta en llamas el martes por la noche. Otras cinco personas, residentes de otros apartamentos, lograron escapar ilesos.
Muchos de los asistentes llegaron a la vigilia con decenas de ramos de flores, imagenes religiosas, velas, fotos, juguetes y otros objetos para honrar a los miembros de la familia Rivera que colocaron frente al esqueleto negro y chamuscado de la vivienda que albergó a cuatro familias hasta hace pocos días.
Varias personas, al acercarse al memorial, no lograron contener las lagrimas. Otros, cerraban los ojos y murmuraban silenciosamente oraciones por las víctimas y sus familiares. La tristeza y conmoción eran palpables durante la vigilia y el impacto que esta fatídica tragedia ha causado entre la comunidad Latina, especialmente de Riverhead, es sin lugar a dudas, enorme.
“Me siento muy desolado y muy triste al ver como quedó la casa,” dijo uno de los asistentes al evento.
Sobre las 8:30 de la noche, tras unas palabras de bienvenida, los congregantes rezaron el rosario guiados por un líder espiritual y una guitarra de fondo. Después, la multitud levantó sus voces en alabanza para pedir por las almas de los fallecidos.
Familiares y amigos de la víctima ofrecieron café caliente a los asistentes.
La policía se encargó de cerrar la East Second Street entre la Roanoke Avenue y la East Avenue desde las 8 de la noche hasta las 10:30 de la noche para permitir que los aproximadamente 150 personas que asistieron pudieran participar de la vigilia sin problemas.