El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció hoy que varias áreas de los condados de Suffolk y Nassau, van en camino a ser declaradas en los próximos días, como “zonas amarillas” sino se da un cambio drástico en la tendencia de crecimiento en los casos de COVID-19, que se ha reportado en los últimos días. De acuerdo con la iniciativa de “micro-clústers” creada por el estado para combatir el virus, esto significa que estas áreas afrontarían la implementación de ciertas restricciones, con el fin de frenar el aumento de los casos.
Aunque el mandatario no especificó por ahora, cuáles áreas del condado serían catalogadas como zonas amarillas, se sabe, por las cifras entregadas en los últimos días, que localidades como Hampton Bays y Riverhead, están en la mira de las autoridades de salud, a tal punto que en las dos comunidades se reabrieron los sitios de pruebas COVID al aire libre y se implementó la iniciativa de exámenes de diagnóstico al interior de las escuelas.
La estrategia de “Micro-Clústers” o epicentros del virus, indica que en las regiones amarillas debe limitarse al 50% de capacidad todos los servicios religiosos, las reuniones masivas no pueden exceder las 25 personas, los negocios comerciales pueden permanecer abiertos, se puede comer tanto afuera como adentro de los restaurantes, pero no puede haber más de 4 personas por mesa, los colegios pueden permanecer abiertos si los distritos escolares así lo determinan, pero es obligatorio que al menos el 20% de la población estudiantil sea sometida a pruebas de diagnóstico.
La zona amarilla es, ante todo, un “campanazo” de alerta que indica que los casos en esas regiones van en ascenso y que si no logran controlarse, avanzarán a la calificación de zona naranja o zona roja donde las restricciones son aún más severas.
“Lo que la gente debería estarse preguntando ahora es cuál es el indice de infección EN MI COMUNIDAD, porque es su comunidad la que determina si usted va a zona amarilla, naranja o roja”, dijo el gobernador Cuomo.
En las zonas naranjas los servicios religiosos no podrán exceder el 33% de capacidad, las reuniones masivas no podrán tener más de 10 personas, tanto en espacios interiores como en exteriores, los negocios no esenciales que representen riesgo deberán cerrar, esto incluye gimnasios y todos los establecimientos relacionados con el cuidado personal. Los restaurantes de las zonas naranjas solo podrán servir comida en exteriores y a un máximo de 4 personas por mesa, mientras que las escuelas deberán cerrar a clases presenciales.
En las zonas rojas los servicios religiosos deberán limitarse al 25% de su capacidad, con un máximo de 10 personas por servicio, las reuniones masivas están prohibidas, todos los negocios no esenciales deben cerrar, los restaurantes solo podrán ofrecer servicio a domicilio y “Take out” y las escuelas deberán cerrar a clases presenciales y continuar con asistencia remota exclusivamente.
El gobernador dijo que los casos se dispararán de manera generalizada en los próximos días debido a las festividades de Acción de Gracias y Navidad. El impacto final, según Cuomo, dependerá únicamente de la responsabilidad con que cada familia asuma las celebraciones de este año.
“Entre ahora y enero, habrá una mayor interacción social y la consecuencia, creo, será un aumento en la tasa de casos. La única pregunta de cuánto y qué tan rápido depende de usted”, dijo el gobernador Cuomo. “Más gente va a morir, si los números siguen creciendo. Punto”.
El gobernador indicó que entre el primero y el 10 de diciembre, se verán las consecuencias de la celebración de “Thanksgiving”, y a partir del 15 de enero se podrá ver el impacto colectivo de todo el período de celebraciones. Cuomo enfatizó en que la gente no debe bajar la guardia esperanzada en la vacuna, porque contando con que salga a circulación en diciembre del 2020 o en enero del 2021, tendrán que pasar varios meses antes de que esté al alcance de la población en general.
“La vacuna se distribuirá primero a las poblaciones más necesitadas, pero pasarán como mínimo seis meses antes de que esté ampliamente disponible, por lo que simplemente no podemos permitirnos seis meses de un aumento sostenido de casos”, dijo.
El estado de Nueva York reporta hoy 5,391 nuevos casos de COVID-19 y en la última jornada 30 personas perdieron la vida a causa del virus. De acuerdo con las cifras del departamento de salud, la región de Long Island alcanza hoy un índice de contagio del 3.2%.