A partir de mañana el estado de Nueva York empezará a hacer pruebas de sangre especializadas a los neoyorquinos de manera masiva con el fin de medir los anticuerpos que tiene cada persona y determinar si alguien ha tenido o no COVID-19 y si ha desarrollado defensas por lo menos de manera temporal, dijo el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo en su conferencia diaria.
Cuomo dijo que este tipo de prueba especializada es un primer paso clave para poder “reabrir” la economía del estado, ya que con las pruebas de diagnóstico que se han hecho hasta ahora no se tiene un número concreto de realmente cuántas personas han contraído coronavirus, ya que algunas van al hospital, mientras que otras se quedan en casa y pasan el virus sin haberlo reportado oficialmente. El mandatario añadió que esta prueba ya ha sido aprobada por el gobierno federal y en Nueva York será administrada por el Departamento de Salud.
“Eso nos dirá por primera vez qué porcentaje de la población ha tenido coronavirus y ahora quién es inmune,” dijo Cuomo. “Esto nos dará la primera instantánea real de con qué estamos lidiando realmente.“
El otro tipo de test que el estado quiere implementar de manera masiva también es la prueba de diagnóstico de COVID-19, que tiene que hacerse durante un periodo de tiempo determinado, cuando una persona contrae el virus, y que marca positivo o negativo.
De ayer a hoy se han confirmado 6,054 casos positivos de coronavirus en el estado de Nueva York mediante esta prueba, lo que eleva el total de personas oficialmente diagnosticadas con COVID-19 a 242,786. Hasta ahora se han hecho 500,000 pruebas de diagnóstico.
Cuomo dijo que sin la ayuda del gobierno federal sería imposible incrementar la capacidad de estos tests a los millones que faltan todavía en el estado.
Por otro lado, el estado de Nueva York por fin muestra señales prometedoras en la difícil batalla contra el COVID-19, sin embargo el gobernador dijo que a pesar de que las cifras muestran un decline en la cifra de pacientes con el virus a nivel estatal, todavía estamos en medio de una pandemia, y que bajo ninguna circunstancia es momento todavía de bajar la guardia.
“Llegamos a un punto alto y nos quedamos allí por un tiempo,” dijo Cuomo. “Si esta tendencia se mantiene, ya pasamos el punto más alto, todo indica que estamos en descenso.”
Sin embargo Cuomo dijo que este progreso tiene otra cara de la moneda que sigue siendo muy difícil de asumir. De ayer a hoy, 507 personas han fallecido a causa de COVID-19, dijo Cuomo, 474 de las cuales murieron en hospitales mientras 33 murieron en residencias de personas para la tercera edad. Esta nueva cifra de muertes representa un descenso con respecto a los días anteriores, pero sigue siendo muy alto, dijo Cuomo.
De igual manera, otro indicador que se ha reducido es el de personas que en las últimas 24 horas han sido diagnosticadas con el virus y admitidas en hospitales del estado. Alrededor de 1,384 están en esta categoría, un número elevado, pero menor comparado a días anteriores. La curva de hospitalizaciones, traslados a unidades de cuidados intensivos e intubaciones sigue disminuyendo, según el último reporte de Cuomo.
“Todavía estamos a medio tiempo,” dijo Cuomo. “No hemos ganado la guerra. No es el momento de ponerse arrogantes y engreídos, es el momento de ser inteligentes.”