Dos equipos en busca de hacer historia se enfrentaron en la final de la Liga de Campeones de la CONCACAF: Tigres estaba en busca del trofeo que le faltaba y Los Ángeles FC quería romper la hegemonía mexicana y de acabar con la sequía que reina desde el 2000. Al final los de la Universidad Autónoma de Nuevo León se llevaron el triunfo 2-1.
Fue un partido con mucha energía. Los dos equipos fieles a su estilo de posesión y liderados por sus figuras: El francés Andre-Pierre Gignac por parte de Tigres y Carlos Vela por parte de LAFC. Solo Gignac sería determinante para su equipo en esta ocasión.
Los mexicanos controlaron un poco más el balón mientras que los angelinos peleaban y corrían como si fueran incansables. A pesar de esto, LAFC fue más peligroso cada vez que tenía el balón en la primera mitad. Diego Rossi mandó por las nubes un disparo, Latif Blessing no cabeceo bien e incluso no le marcaron un penal al minuto 17 cuando caía en el área, luego de que el defensor Luis Rodríguez lo sujetara de la camiseta. La CONCACAF aún no implementa el VAR. Tigres respondió con un cabezazo sin mucho peligro de Gignac y una carrera en solitario de Luis Quiñones. Los goles llegaron en el segundo tiempo.
Tras una jugada espectacular, Rossi logró anotar el primero con un sombrero dejando al portero Nahuel Guzman sin opciones para reaccionar al minuto 61. La ilusion duró solo 11 minutos para los de la LAFC porque Hugo Ayala empató de cabeza tras un tiro de esquina. Y el tercero fue obra de Gignac, el francés de 35 años, tras un remate cruzado al minuto 84.
La victoria de Tigres le da el boleto para disputar el Mundial de Clubes de la FIFA, que se disputará el mes de febrero debido a la pandemia del COVID-19.