¡Hablemos de Pollo! Pollo al Estilo Salvadoreño

In Cocina, Portada by Alfredo Figueroa PérezLeave a Comment

Foto de cortesía

Los seres humanos comemos muchos pollos.

Nos gusta el pollo en todas sus presentaciones gastronómicas. Fritos, asados, guisados, en sopa, al horno, empanado, entero, en trozos, picante, agridulce, con especias, a la plancha, y más. Su consumo según datos de la OECD, ha crecido desde 1990 un 70%, mientras que el consumo de carne de cerdo y de vacuno ha permanecido casi sin cambios desde 1990. De los 30,000 millones de animales terrestres que hay en granjas, 23,000 millones son pollos.

Y todos nos los comemos.

Hubo un tiempo, por muy extraño que parezca, que el pollo se consumía muy poco, casi no se comía. De hecho, durante siglos se crio sólo por los huevos de las gallinas y para las peleas de gallos, actualmente prohibidas en casi todos los países civilizados. El pollo era caro. Sólo las familias ricas y acaudaladas podían permitirse consumirlo alguna vez al año, en grandes ocasiones.  Que te invitaran a comer pollo era todo un acontecimiento. Hay un dicho que se dice en algunos países cuando uno va a un restaurante y la cuenta sale bastante alta: “¿Es que pedimos pollo?”

Esto ha cambiado. Hoy en día el pollo es básico en la cocina de las familias del mundo. En todos los sitios del mundo se consume pollo, pues a un pollo se le saca mucho partido. Se pueden hacer maravillas con todas sus partes. En las pollerías de los mercados de aquí de España, uno puede pedir un pollo y con él, resolver la comida de toda la semana. Es muy usual pedirle a la dependienta que corte el pollo en cuartos: una de las pechugas se deshuesa y se corta delgadita para hacer pollo apanado. Con la otra pechuga, también deshuesada y cortada en dados, se hace un guiso. Los muslos se deshuesan y se hacen a la plancha. Con los contramuslos se hace un guiso o sudado y con los huesos, las vísceras, el cuello, las patas y algo de verdura, se hace una sopa.

El consumo del pollo también se ha generalizado por su comercialización masiva, lo que ha contribuido a que existan miles de granjas de pollos por todo el mundo, reduciéndose los precios de este alimento, convirtiéndolo en algo muy popular. Existen miles de cadenas de venta rápida de pollo apanado, frito, asado y de tantas maneras que sería imposible enumerarlas.

Cali, Colombia, donde yo nací, es famosa por el pollo asado que venden en grandes asaderos por toda la ciudad. Estas cadenas aparecieron a partir de los años 60, multiplicándose enseguida. Para un caleño, pollo de la cadena de restaurantes Kokoriko le sabe a Cali. Cuando vuelvo a mi ciudad, ir a kokoriko es una visita obligada. A día de hoy, existen muchas multinacionales de comida rápida muy conocidas de venta de pollo por todo el mundo a precios muy accesibles, lo que los hace muy atractivos para los turistas y los lugareños, porque son comida rápida, que sabe rico y reconocible. Pollo Tropical, Kentucky Fried Chicken, Popeye’s, Pollo Loco y Chick-Fil-A son algunas de las que existen en Estados Unidos.

El lujo en este momento es comer pollos criados en libertad, en una finca, comiendo productos naturales y que tengan la garantía de haber sido bien cuidados. Existen y son exquisitos. El pollo orgánico se ha puesto de moda, sin embargo, el precio de este es considerablemente más alto que el del pollo regular, lo que lo hace mucho menos accesible para muchas familias. 

En mis viajes he probado el pollo de muchas maneras. Me encanta el pollo. Hoy les traigo la receta del Pollo Guisado Salvadoreño. Un plato muy sencillo, pero delicioso. La mezcla de papa, zanahoria, cilantro, tomate y pollo no falla. La cocina salvadoreña tiene una gran influencia tanto indígena como extranjera. Son reconocibles los ancestros españoles e italianos, que dejaron su huella en este país centroamericano, así como la influencia estadounidense que ha habido por la migración hacia ese país. Es una gastronomía llena de sabores y matices únicos, que la hacen auténtica.

POLLO GUISADO SALVADOREÑO

INGREDIENTES:

  • 1 Pollo cortado a cuartos
  • 6 tomates
  • 2 cebollas
  • 3 papas
  • 3 zanahorias
  • 1 chile verde
  • 4 dientes de ajo
  • Unas ramitas de tomillo fresco
  • 1 rollito de cilantro y perejil
  • Sal y pimienta al gusto.

PREPARACIÓN:

Lavar muy bien el pollo y untarlo con sal y limón. Picar 1 cebolla y 2 de los ajos muy pequeñitos. Pelar y cortar en trozos las papas y la zanahoria.

En la licuadora poner los tomates, 1 cebolla, el chile verde, la pimienta molida, un vaso de agua o de caldo de gallina, 2 ajos, el tomillo, un poco de sal y triturar.

En una olla poner un poco de aceite a calentar, añadir el ajo dejar unos 5 segundos y luego añadir la cebolla picada, dejar freír un minuto más y añadir el pollo para que se dore. No dejar que se queme.

Cuando el pollo tenga un color dorado, mojar con la salsa triturada. Añadir las papas y las zanahorias troceadas y si falta líquido añadir un poco más de agua. Dejar que agarre un hervor, bajar la temperatura a media, y cocer por 20-30 minutos, o hasta que las papas estén blandas.

Por último, agregamos el perejil y el cilantro picaditos y dejamos cocer 5 minutos más. Dejar reposar al menos media hora y servir acompañado de arroz blanco.

Foto cortesía: radiokaribena.pe

Nota del Chef: Cada mes de este año les traeré cuatro recetas — una por semana —, cuatro formas diferentes de entender un plato, fruto de mi experiencia al cocinar cada uno de ellos. La cocina es universal, pero a su vez, cada casa del mundo la interpreta a su manera y de acuerdo con sus circunstancias. Una comida que lleva el mismo nombre y en cambio tiene una personalidad propia reconocible, porque cada receta lleva los matices propios del cocinero y de los ingredientes del lugar donde se prepara.

About the Author
Alfredo Figueroa Pérez

Alfredo Figueroa Pérez

Alfredo es de Cali, Colombia y vive en Barcelona, España. Es cocinero egresado de la Escuela Hofmann de Barcelona. Desde hace algunos años tiene una pequeña compañía de catering y da clases de cocina a adultos. Es un apasionado de los viajes y la gastronomía, lo que le ha permitido conocer muchos países y culturas alrededor del mundo. Como cocinero tiene influencias de sus ancestros latinoamericanos y de la cocina tradicional española, italiana y francesa. Define su cocina como una fusión andina y mediterránea. ¿Tiene preguntas? Escríbanos a info@tuprensalocal.com

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