En el sentido más estricto, los países escandinavos son tres: Dinamarca, Noruega y Suecia. El nombre escandinavo proviene del imperio romano, pues llamaron Scania al territorio norte de Germania (actual Alemania). A lo largo de la historia los países escandinavos han compartido lazos históricos, lingüísticos o culturales, siendo la cuna de la civilización vikinga. Por el contrario, los países nórdicos engloban a los países escandinavos y a Finlandia e Islandia.
Siempre he tenido mucha admiración por esta parte del mundo, donde la cultura, la educación, la ecología, la democracia y el estilo de vida que tienen es envidiable. En cuanto me fue posible, me apunté con mi amigo Rafael a un viaje organizado para visitar Suecia y Noruega. El viaje fue revelador. No solo por ver de cerca una sociedad organizada y culta, sino porque me encontré con unos paisajes fascinantes llenos de lugares para conocer y disfrutar. He visto en muchos hogares del mundo fotografías de los fiordos noruegos y sus imponentes montañas.
Noruega fue elegida en 2018 como el país más feliz del mundo, teniendo en cuenta criterios como libertad, bienestar, salud y generosidad. Recuerdo que en un tour que hicimos con una guía local por Oslo y que en un momento dijo: “seguramente se preguntarán ustedes dónde están los barrios de los pobres. En Oslo no hay”. Poder decir eso debería ser el objetivo de todos los países del mundo.
Llegamos a Bergen una bonita y soleada mañana. Esta ciudad costera de alrededor de 300.000 habitantes es la segunda ciudad más poblada de Noruega, después de Oslo. Está rodeada de siete colinas en la entrada de un fiordo de 15 km de longitud. Le llaman la puerta de los fiordos. Su pasado está ligado a la cultura vikinga y su presente se halla teñido de mil colores y modernidad. Es una metrópoli desarrollada y vanguardista con espíritu de ciudad pequeña, alegre y muy acogedora donde llegan en los meses de verano miles de turistas para iniciar los cruceros por los fiordos. Además del petróleo y la pesca, una de sus fuentes principales de ingresos de Noruega es el turismo.
En Bergen visitamos, como no podía ser de otra manera, el popular Barrio de Bryggen, que es el estandarte de la ciudad. Es también su imagen más emblemática. La foto típica de Bergen son las preciosas e históricas casitas de colores que dan colorido y alegría al barrio y son patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1979. Todo está construido en madera y pintado en tonos rojizos, amarillos y blanco. Bryggen fue el hogar de los comerciantes de la liga Hanseática, una federación de comerciantes alemanes que se estableció en Bergen en el siglo XIV y que controlaba todo el comercio del pescado en el norte de Europa. Curiosamente Bergen nunca perteneció a esa liga.
Como hacía un día espectacular, tomamos el funicular Floibanen para visitar el mirador del monte Floyen, que está a 300 metros de altura y que ofrece una panorámica privilegiada de toda la ciudad y de los fiordos que la rodean. Al bajar buscamos un sitio para comer. Noruega es un país muy caro y a la hora de comer no lo es menos. Estuvimos mirando por Torgallmenningen, una calle ancha y comercial alargada que termina en una plaza muy grande con el mismo nombre de la calle. Es el centro de la ciudad y siempre hay gente, pero es un lugar apacible perfecto para sentarse, descansar y observar el pulso de la ciudad.
La gastronomía noruega se caracteriza principalmente por ser rica en pescados y mariscos. El rey de la comida típica de Noruega es el salmón, pero también el bacalao seco, la carne de ballena, el cangrejo o la carne de caza como el alce o el reno. Es una cocina ligera, pero muy sabrosa, ya que muchos de sus platos suelen ir acompañados de salsas muy suaves.
Hago especial referencia al bacalao seco, del que Noruega es uno de los mayore exportadores del mundo. En cualquiera de sus restaurantes se puede degustar de diferentes maneras: ahumado, marinado, guisado, fresco o en salazón.
Al final terminamos yendo al Fisketorget, el mercado de pescado, que está situado en el puerto de Bergen, justo en frente del barrio de Bryggen, que está abierto todo el año y tiene algunos restaurantes en su interior. Como estábamos en Noruega, nos pedimos dos especialidades de la cocina del país. Rafael pidió Ballena y yo pedí salmón. La experiencia gastronómica fue inolvidable. Realmente mi salmón estaba delicioso. Cocido muy suavemente iba acompañado de unas papas cocidas y una salsa muy suave, tipo bearnesa, y como no, un vino blanco afrutado y muy fresquito.
Esa es mi receta de hoy. Salmón preparado al vapor con papas cocidas y una salsa suave para acompañarlo. Es sencillo, delicioso, sano, rico y fácil, muy fácil de hacer.
SALMÓN AL VAPOR CON SALSA DE MOSTAZA A LA ANTIGUA
Y PAPAS AL VAPOR
INGREDIENTES para 4 personas:
- 4 filetes de salmón
- 1 hoja de laurel
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta.
- 4 papas medianas cocidas con agua y sal.
SALSA DE MOSTAZA A LA ANTIGUA:
- 1 frasco de mostaza a la antigua
- 1/2 taza (150 ml) de crema de leche
- Sal y pimienta
PREPARACIÓN:
SALSA:
Mezclar muy bien 3 cucharadas soperas de mostaza a la antigua con la crema de leche. Aliñar con un poco de sal y pimienta. Debe quedar una salsa ligada y suave.
SALMÓN:
Limpiar muy bien los filetes de salmón cuidando de que no tengan espinas.
Poner una olla con 2 dedos de agua. Añadir una hoja de laurel. Encima poner una rejilla de vapor, y encima de esta poner un trozo de papel de horno que separe el agua de la zona donde pondremos el salmón.
Poner a calentar el agua. Cuando empiece a hervir, poner los filetes de salmón encima del papel de cocina, tapar la olla, dejar que cueza 1 minuto y apagar el fuego. Dejar reposar dentro de la olla 5 minutos. Debe quedar muy tierno y de un color salmón muy suave.
EMPLATADO:
Poner en la base de cada plato 3-4 cucharadas de la salsa de mostaza. Encima de ésta, disponer los filetes de salmón y una papa hervida cortada por la mitad. Aliñar el salmón echándole por encima un poco de escamas de sal, un poco de pimienta y un chorrito de un buen aceite de oliva virgen.
Servir inmediatamente.
También se puede acompañar con arroz blanco.
Nota del Chef: Esta receta es parte de una serie semanal. Mi deseo es que nos permitamos hacer un viaje por el mundo que he conocido y que descubramos recetas de comidas deliciosas y fáciles y que las adoptemos para hacerlas en casa con los nuestros para poder viajar y conocer al menos una parte de esos lugares de los que les voy a hablar.